"Los libros de la mujer rota" es el nombre de la editorial chilena que decidió abrir su catálogo con una reedición del único título en la obra poética de la orureña Laura Villanueva (Hilda Mundy). El prólogo, en esta ocasión, lleva la firma de Edmundo Paz Soldán y la presentación se realizará el próximo 15 de mayo en Santiago. A continuación, una reseña/semblanza publicada hace varios años en LA RAMONA y el desaparecido (y extrañado, por supuesto) FONDO NEGRO. LOS MUNDOS DE HILDA MUNDY Mijail Miranda Zapata El 28 de enero de 1982 moría en la ciudad de La Paz, en la Casa del Poeta, la escritora orureña Hilda Mundy (N. del a. El texto fue publicado en conmemoración de esa fecha). La primera edición de su Pirotecnia, publicada en 1936, fue apenas reeditada en 2004 dentro de la colección Papeles de Antaño, de La Mariposa Mundial (con la producción de Plural Editores). Si bien un año antes Blanca Wiethüchter, en el primer tomo de Hacia una historia crítica de la lite
RECORDAR PARA NO MORIR Mijail Miranda Zapata En 1985 Víctor Paz Estenssoro se dirigía a los bolivianos con aquella frase inolvidable “Bolivia se nos muere”. Era cierto, pero era sólo una de las tantas “Bolivias” posibles -la más visible, la oficial- la que agonizaba. Tuvieron que pasar casi dos décadas para que aquel vaticinio se repitiera. En octubre de 2003 una vieja Bolivia, ya arrugada y maltrecha de tanto oprobio y desesperanza, se doblegaba ante el aluvión rebelde, no sin antes arreciar la guadaña contra aquella vida que se sublevaba. En 2012 el periodista Boris Miranda (La Paz, 1984) nos sorprendía con La mañana después de la guerra (Editorial El Cuervo) , una reveladora recopilación de crónicas que escarba aquel complejo 2008 –con su toma de instituciones, persecuciones, terroristas, contraespionaje y masacres-, uno de los años más tensos de nuestra historia inmediata. Siguiendo esta ruta retrospectiva el paceño presentó hace algunas semanas su segundo
“Érase una chica”: ensayos sobre la evanescencia “Cuento los segundos importantes, los segundos en que sucede o va a suceder algo radical”, explica Genoveva. 98 de esos segundos corresponden al tiempo en el que al medio día, nuestras sombras desaparecen, dejándonos solos y suspendidos en un limbo de vértigo y felicidad. Este descubrimiento, esta manía por el detalle y su trascendencia, son los que dan pie a la última novela de la escritora cruceña Giovanna Rivero (Montero, 1972). El relato de 98 segundos sin sombra ( Editorial El Cuervo , 2016) se construye sobre una sola voz, sostenida página a página con gran consistencia y vigor. Rivero la consigue moldear con tal naturalidad que bien podríamos citar a Samuel Johnson, al referirse a la prosa de John Dryden: “Diríase que cada palabra cae al azar, aunque siempre cae en el lugar debido”. Esta cualidad, en el desarrollo de la narración, encaja perfectamente con el tono de la joven protagonista, de mente y emociones ágiles,
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